Interludio I. Índice y notas
No soy muy asiduo a compartir reflexiones que trasciendan los márgenes del relato, pero esta vez me he inclinado por redactar un breve texto que sirva de entremés para recapitular sobre el blog y realizar augurios sobre su desarrollo. Hace ya un tiempo este espacio cumplió un año de vida. Inicialmente quise realizar una breve parada en el blog para reflexionar sobre mis futuros proyectos, pero no encontraba las palabras precisas y los días iban pasando hasta convertirse en meses. Como ya dije en su momento, mi interés principal era seguir escribiendo relatos y de vez en cuando realizar alguna publicación literaria en formato e-book o pdf. Mis expectativas nunca fueron muy altas pues soy consciente de que el público al cual me dirijo es muy escaso por no hablar de las inclinaciones dominantes del mercado con sus best-sellers. Además, la publicación literaria en estos tiempos es complicada, más aún si no tienes publicaciones previas, un espacio de promoción adecuado o un mínimo de contactos en la red. Y eso es algo de lo que siempre he carecido. Es verdad que he publicado varios documentos a lo largo de la vida, pero siempre bajo pseudónimo y con fines muy específicos, a veces con algún que otro logro personal. Pero de eso ya hablaremos otro día.
Hoy en día me encuentro con el dilema de seguir publicando con las mismas máscaras o, por el contrario, tratar de unificar y fortalecer una sensación de autoría a través de un único nombre. Durante este año, el núcleo principal de mis dudas ha girado en torno a ese interrogante. Y es que, a parte del tema de la privacidad, está el tema de la autocensura. Inclinado hacia la parte más decadente de la vida, me he visto siempre sometido a la sombra del romanticismo. Durante este año he sido consciente de cómo no he podido compartir ocho de mis relatos y eso me viene pasando desde mi anterior blog. En algunos casos el perfeccionismo pudo jugar un papel, pero en otros casos, me persigue ese miedo a la reacción ajena. El romanticismo negro no es un juego, no es solamente un género literario; a veces es un camino tortuoso del que uno se ve impelido a abandonar bajo pena de quedar atrapado eternamente en el eclipse total de la amargura. Es algo que quema por dentro, pero cuya publicación también puede llegar a atormentar, más si contiene trazas de locura, ocultismo, contenido erótico o sentimientos inadecuados. Pasa lo mismo con el realismo sucio, la poesía y los relatos oscurantistas. Por eso, relatos como Putrefactio, Thánatos o Ficus Dentata fueron suavizados antes de su publicación; otros como Vorágine o La visión de Aimé fueron desprovistos de algunas partes peliagudas, aunque en otra ocasión he tenido que eliminar algunos detalles por el tema de la privacidad ajena (este es el caso de La mirada del Dios de ayer). Por eso, llegados a este punto, voy a intentar tomar más conciencia de mi voluntad literaria y tratar de ser lo más fiel posible a los principios que me propuse cuando inicié este camino. Si no cumplo esos últimos pasos, todo este proyecto carece de definición y legitimidad. En las próximas semanas voy a compartir algunos relatos un poco más crudos, aunque su introducción de momento será gradual y pautada. También quería aumentar la diversidad de mis relatos, pues tengo varios de fantasía que se me han olvidado terminar, así como algún que otro de terror. Creo que tengo que proporcionarle una continuación digna a Como dos gotas, plantear un boceto más amplio del mundo detrás de La lengua azul de los Númulos y seguir ahondando en el mundo lunarpunk, ya que de momento mi iniciación sólo ha sido una primera toma de contacto.
Otro tema a comentar es el de mis publicaciones profesionales. Como ya dije en su momento, estoy trabajando en un conjunto de relatos que debieron ser publicados el año pasado. Mi intención fue inicialmente terminarlos de pulir en diciembre de 2018, pero por los motivos que ya comenté, lo fui dejando. Estos últimos meses he estado revisándolos, pero la corrección se ha atrasado hasta esta semana ya que he eliminado uno de los relatos con los que no estaba muy a gusto y he introducido otro; además, conforme van pasando los días, los reescribo compulsivamente, añadiendo ideas que sólo emergen cuando creo que el relato ya ha llegado al fin que se merece. Bueno, en relación a mi proyecto, mantendré una página activa en segundo plano para informar al interesado. De momento quiero tener en cuenta también las cosas buenas. Es posible que mi blog no haya crecido tanto como lo fue su antecesor en la década pasada, pero al menos la página de Facebook ha tenido una aceptación moderada, ya son algo más de 20.000 seguidores en la red social. El problema de las redes son la cantidad de páginas seguidas y la superficialidad de las lecturas, lo cual hace que las cifras de lectores reales sean significativamente menores. Recientemente creé una cuenta en Twitter; quería comprobar si mis escritos tienen cierta aceptación en esa red, aunque debido a la naturaleza difusa de sus interacciones dudo de que pueda hacerse un hueco. En tal caso esperaré unos meses. De momento me viene bien para enterarme de las novedades editoriales. También quería desvelar algunos de los misterios; como han apuntado dos usuarios de mi red, es cierto lo que dejé entrever, dentro de los relatos hay ciertos mensajes ocultos. No se trata de una criptografía al estilo Poe, pero hay ciertos anagramas o conjuntos de letras que no están dispuestas al azar. No obstante, todavía hay algunos huevos de pascua que requieren su atención, incluyendo metadatos. De momento un usuario anónimo ha podido acceder a mi web oculta con la contraseña, pero he de decir que el laberinto todavía estaba por construir. A veces tenía que cambiar una imagen los días de luna llena tal como rezaba uno de los mensajes y al estar ocupado se me olvidaba. En otro caso, fue un error confiar en las letras capitales, ya que no conté con que la versión cambia entre el móvil y el PC. En tal caso, prometo que en esta segunda temporada el juego será más justo y quizá la sorpresa final valga la pena.
En fin, volviendo al tema del aniversario, he revisado hoy el historial y he visto una buena cantidad de relatos y poemas. Desde mi primer relato romántico hasta el último ya ha pasado más de un año. El primer relato, Corazón entre tinieblas, fue por cierto una escisión de un relato basado en la sombra de un violinista que bailaba con el Diablo antes de caer apresado ante sus garras. Hacía tanto tiempo de aquel relato que ni me acordaba. De momento voy a escribir un relato breve, algo oscuro y romántico y quizá en unas semanas pueda empezar a introducir algunos de los relatos largos. También debo ampliar la sección de Índice y notas y modificar algunos apartados del Prefacio. Como muchos de vosotros conoceréis, estoy interesado en ciertos aspectos del hermetismo, el esoterismo, el ocultismo y la espiritualidad que deben matizarse porque son términos válidos que nada tienen que ver con lo que ciertos personajes psicopáticos y sectarios ajenos al mundo académico tratan de hacer ver. Y creo que lo importante ya está dicho. Me despido dando las gracias primero a los seguidores que van llegando a este espacio. No dispongo de mucho tiempo para leer blogs aunque muchos me llegan al correo y tarde o temprano termino escudriñándolos. Hay muy buena calidad en WordPress y desde luego últimamente he leído poemas muy bellos. Si alguno tiene algún blog de relatos o poesía que se me ha olvidado seguir, que me lo comunique y lo añado enseguida. Bueno, gracias por leerme y espero que nos sigamos en el futuro. Un cordial saludo.
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