Lygodium. Índice y notas
Borraré de mi razón tu suspiro,
la marca del viento azabache,
la gota que supura vacío,
sobre tus pies de eterna noche.
Enlazan las miradas nocturnas,
tus deseos contra los míos.
Las lunas danzan furiosas,
sobre tus dos hombros impíos.
Es la eterna noche, adversario,
el fuego sobre cal y arena a vencer,
no hay tregua ya en tu calvario,
ni tristes cenizas que componer.
¿Qué es tu aposento, el clamor?
la furia, la envidia, el desconcierto,
¡Qué no hay silencio! responde el mentor
de la ínfula memoria del viento.
La oscuridad toda me abraza, dispuesta.
Espasmos sobre mi piel de lobo,
pues no hay salida ya, fiel coreuta,
danzante tejedora del limbo.