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Ausiàs March, Cants de mort (V)

Ausiàs March, Cants de mort (V)

Jacomart, Taula de Sant Sebastià de la Col·legiata de Xàtiva (detail), S.XV. Ausiàs March Cants de Mort V
Jacomart, Taula de Sant Sebastià de la Col·legiata de Xàtiva (detail), S.XV

Ausiàs March (c.1397-1459) fue un caballero y poeta perteneciente al reino de Valencia durante el periodo bajomedieval. Es un autor inscrito dentro del Siglo de Oro valenciano o Siglo de Oro de las Letras Valencianas y aunque es conocido mayoritariamente por su faceta poética, también podemos destacar en él una labor filosófica. Como caballero, fue armado como tal en 1419, participando desde entonces en varias expediciones mediterráneas de naturaleza militar. Tuvo una posición destacada como halconero del rey Alfons el Magnànim y gozó de una posición privilegiada del mismo debido a su posición de señor feudal. Si bien, buena parte de su vida la pasó en la ciudad de Valencia, en 1429 se instalaría en Gandía a raíz de las concesiones reales que le fueron dadas. Aunque contrajo matrimonio, quedó viudo en dos ocasiones, muriendo en 1459 sin dejar hijos legítimos.

Su obra poética cuenta con 128 poemas con un total de 10.263 versos [1] . En 1539 fue impresa la primera colección de 46 poemas bajo el título de Las obras del famosissimo philosofo y poeta Mossen Osias Marco cauallero valenciano de nacion catalan. Posteriormente fueron publicadas nuevas ediciones como la de 1543, Les obres de mossen Ausias March: ab vna declaratio en los marges de alguns vocables scurs, con 122 poemas y la de 1555, con 124, titulada Las obras del poeta mosen Ausias March: corregidas de los errores q[ue] tenian: sale con ellas el vocabulario de los vocablos en ellas contenidos [2]. Su obra puede ser abordada cronológicamente, a través de ciclos u obras individuales de gran relevancia, pero muchos autores han coincidido en resaltar los temas nucleares que en sus obras aparecen. Así pues, un análisis de su obra descubre tres aspectos o núcleos que se van sucediendo. El primero de ellos es la summa donde se ve claramente una exposición o expresión de las ideas clásicas del tomismo medieval. El segundo la introspección de la persona absorta por la sensación amorosa y un tercero donde el aislamiento es completo, hablando por tanto de una introspección o aislamiento puro, un ensimismamiento de la persona [3] .

El interés por su obra cobra importancia por varias razones. En primer lugar, porque es un autor que escribió en idioma valenciano, lo cual nos permite ver en sus versos una buena parte de la riqueza cultural y lingüística de nuestra tierra. En segundo lugar, porque a pesar de que su talante forma parte de la tradición provenzal, rompe con ella y muestra unas singularidades que van a tener gran peso en los autores posteriores. Es por eso denominado hoy en día como un autor de culto e incluso como un heraldo del renacimiento. Otra razón de peso es la originalidad con la que trata sus temas; aquí entra en juego la forma de la poesía, pero especialmente los temas y el contenido. En March, la mujer deja de ser una mujer idealizada y se convierte en una mujer real, con sus virtudes y defectos, es una persona que además de ser objeto de amor, puede dañar. También aparece el tema de la culpa, la muerte y la memoria del amor pasado. Sus hondas referencias nos llevan a trasladarnos desde un espacio concreto a un lugar sin espacio, íntimo e interior donde se reflejan los pensamientos del sujeto y March, de esta manera, consigue plasmar en sus poesías introspecciones de profundo talante psicológico. Además del amor y la muerte, el tema de la salvación es recurrente, pues da buena fe de la fragilidad de la vida y de la caducidad de los bienes terrenos. Con acierto, nos muestra un acercamiento insinuado a los temas que serán de gran relevancia en el renacimiento e incluso en el barroco español. Además, también hay una última razón y es que en nuestro país buena parte de la filosofía abarca los espacios literarios y a veces ésta se ve diluida a lo largo de las obras literarias; es por tanto menester tener en consideración la literatura y la poesía para dar buena fe de los elementos filosóficos que van apareciendo así como las correspondencias cruzadas que se dan entre las principales ideas filosóficas del momento y las interpretaciones o repercusiones que tienen en los grandes literatos.

El fragmento compartido forma parte de uno de los seis cantos de muerte (poesías 92-97). Este poema conforma el último canto (VI) de la colección en las fuentes originales. No obstante, a partir de la edición que Amadeu Pagès realizó sobre el Cançoner F, el poema quedó fijado en el quinto lugar. Algunos autores posteriores como Bohigas y Archer mantuvieron esta tradición y por eso suele ser denominado como el quinto canto de la muerte.

Ausiàs March, Cants de Mort (V) – La gran dolor que llengua no pot dir

La gran dolor que llengua no pot dir
dels qui s’ veu mort é no sab hon irá
no sab son Déu si pera sí l’ volrá
ó si ‘n infern lo volrá fér bollir.
Semblant dolor lo meu esperit sént
no sabént que de vos Déu ha ordenat
car vostre mal ó be á mi es dat
del que hauréu jo ‘n seré sofirént.

Tu, esperit, qui has fet partimént
ab aquell cos qual he jo tant amat,
vingués á mi qui só passionat
duptant estich ferte rahonamént.
Lo lloch hon es me fará cambiar
d’ entenimént de có que ‘t volré dir
goig ó trist per tu he jo complir
en tu está quant Déu me volrá dar.

Pregant á Déu les mans no ‘m cal plegar
car fet es tot cuant li pot avenir,
si es al cel no ‘s pot lo be ‘sprimir
si en infern envá n’ es mon pregar.
Si es axí anúllam l’ esperit
sia tornat mon esser á no-res
é majorment ‘s en lloch tal per mi es
no sia jo de tant adolorit.

No sé que dir que ‘m fartás d’ haver dit
si crit ó call no trob que ‘m satisfés
si vaig ó pens he temps envá despés
de tot cuant faç ans de fer me ‘n penit.
No planch lo dan de mon delit perdut
tant es la por que ‘m ve de son gran mal
tot mal es poch sinó es perpetual
é tem aquest no ‘l haja merescut.

Lo dan mortal es mólt mes que temut
é tolne part esser á tots egual,
ó, tu, dolor sies me cominal,
en contrá oblit vulles me fer escut.
Fir me lo cor é tots los senys me pren
fartat en mi car no ‘m deféns de tu
donam tant mal que me ‘n planga cascú
tant com tu pots lo teu poder estén.

[Tornada]

Tu, esperit, si res no ten defén
romp lo costum que dels morts es comú,
torn’ en lo món é móstram qu’ es de tu
lo teu esguart no ‘m donará espavén.

Ausiàs March, Cantos de muerte (V) – No expresará la lengua el gran dolor

No expresará la lengua el gran dolor
del que al morir ignora dónde irá
(si Dios querrá tenerlo junto a sí
o si querrá enterrarlo en el infierno):
semejante dolor siente mi espíritu,
por no saber lo que Él de vos dispuso,
pues vuestro bien o mal me han sido dados,
y aquello que os suceda, sufriré.

Espíritu, oh tú, que ya dejaste
aquel cuerpo al que yo tanto he amado,
contémplame sumido en la aflicción
y dudando de hablarte con cordura.
El lugar donde estés trastocará
el sentido de cuanto he de decirte;
por ti conseguiré tristeza o gozo:
cuanto quiera Dios darme, en ti se encuentra.

Para rezar no he de juntar las manos,
pues ya está consumado su destino:
indecible es su bien, si está en el Cielo;
si en el Infierno, en vano es mi rogar.
Si fuera así, mi espíritu aniquila,
y de vuelve mi ser, Dios, a la nada,
sobre todo si está allí por mi causa.
No sea yo, sufriendo tan gran daño.

Nada que no haya dicho sé decir;
si grito o callo no me satisface;
si vago o pienso el tiempo se consume,
y antes de hacer las cosas me arrepiento.
No lamento el dolor del placer ido,
¡tanto miedo me causa su gran mal!
El mal que no es perpetuo es un mal leve,
mas temo que éste no lo haya ganado.

Aterra mucho el daño de la muerte,
y que nos trate por igual lo mengua.
¡Oh, tú, dolor, sé para mí imparcial,
y sé, contra el olvido, protección!
Hiéreme el corazón y los sentidos,
hártate en mí, que yo no me defiendo,
cáusame tanto daño que dé lástima.
Que tu poder me abarque cuanto puedas.

[Vuelta]

Espíritu, si nada te lo impide,
rompe la común práctica en los muertos;
regresa al mundo y dime qué es de ti:
no ha de causarme espanto tu mirada.

Bibliografía:

Cocozzella, P. (1997). Ausiàs March, herald del Renaixemente a Espanta. En Alemany Ferrer, A. (Ed.), Ausiàs March: Textos i contextos, Biblioteca Sanchis Guarner

March, A. (1997). Antología poética. Edición bilingüe, Huerga y Fierro editores

Sánchez López, E. (2013). Estudi de la llengua d’Ausiàs March a través de les col·locacions. Una aproximació semiautomática, Walter de Gruyter GmbH. https://doi.org/10.1515/9783110297690

Notas:

[1] Cocozzella, P. (1997). Ausiàs March, herald del Renaixemente a Espanta. En Alemany Ferrer, A. (Ed.), Ausiàs March: Textos i contextos, Biblioteca Sanchis Guarner, p. 74.
[2] Sánchez López, E. (2013). Estudi de la llengua d’Ausiàs March a través de les col·locacions. Una aproximació semiautomática, Walter de Gruyter GmbH, p. 7.
[3] Cocozzella, P. (1997). Op. Cit, p. 75.

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