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Interludio II

Interludio II

Lyrical Theatre in Cagliari, Maurizio Sacripanti, 1965 (II)
Lyrical Theatre in Cagliari, Maurizio Sacripanti, 1965

Interludio II. Índice y notas.

Como ya dije en su momento, quería dedicar una entrada anual para reflexionar sobre el desarrollo del blog y anticipar algunas ideas. Este proyecto cumple en WordPress su segundo año y aunque ha sido en verdad una etapa prometedora llena de relatos y poesías, se ha visto interrumpida por la fatalidad del destino. Como ya dije en su momento, esta segunda etapa iba a ser el momento crucial para lanzar mis proyectos secundarios. Durante los primeros meses dediqué gran esfuerzo a reconstruir los relatos profesionales que hice el año anterior; sin embargo, la tarea fue ardua porque decidí incluir nuevas historias y perfeccionar las ya escritas y aunque al principio iban a estar listas ya para maquetar a finales de verano, tuve que consumir este tiempo en releer y restructurar el hilo conductor de las historias. Y así, los textos han ido creciendo y creciendo sin parar. Eso en sí mismo es buena señal, pero tras los meses de vacaciones, motivado con un cierto optimismo poco realista, decidí volver a la universidad, además de apuntarme a una academia de inglés y continuar con mis trabajos a media jornada. Esto hizo que a finales de septiembre sufriera un nuevo ataque debido a mi enfermedad. De ahí el contenido de mi relato epistolar Agrippa. Noche sin estrellas. Hacía ya casi un año que parecía estar bien, pero los nervios al matricularme y empezar con nuevas exigencias intelectuales me trajeron de nuevo la desdicha. Fueron meses duros y a eso le debía añadir que, en el tema profesional y personal, estaba pendiente de nuevos cambios muy delicados en mi vida. Todos resultaron negativos y tras unas navidades en la más remota soledad e incertidumbre, mi salud sólo hizo que empeorar al igual que mi estado de ánimo. En medio de este huracán, también me topé misteriosamente en medio de un paso de cebra con una de esas personas a la que tanto quise y que sólo supo envenenar mi corazón. De ahí mi relato Hoy vi a la muerte, cruzar un paso de cebra.

Han sido semanas con mucho dolor y desconsuelo, en los cuales intenté desviar la atención hacia los estudios y la poesía, pero finalmente sucumbí a los recuerdos de la vida pasada. Por eso busqué nuevos receptores a mis cartas virtuales, pero también cometí el error de quedarme atrapado en los malos momentos y recordar los monstruos que me han visitado alguna vez en la vida. Y ahora, justo este mes donde parece haberse concentrado todo lo malo, me reencuentro con esos devoradores de almas que había dejado atrás, como si de alguna manera mi pensamiento los hubiese reclamado o invocado. Y justo cuando me llaman para darme la cita para la operación, viene un virus y nos ponen en cuarentena. Ni en mis sueños que intento retratar como en La frecuencia 1420 hubiera sido tan catastrófico. La cuarentena no ha sido un cambio drástico en mi vida porque estoy acostumbrado al confinamiento y a la soledad, pero ha sido desolador ver día a día la cifra de muertos aumentar. A eso le debería añadir la nube de pesimismo que se ha cernido sobre el mundo; mientras otros ven optimismo en el hecho de que sobreviviremos al virus, lo cual es un razonamiento válido, no deja de ser triste ver cómo las debilidades de este sistema que hemos construido no han quedado ni siquiera bajo sospecha y cómo la humanidad, o al menos la sociedad occidental, saldrá de ésta sin haber aprendido una sola lección. Es más, es posible que incluso el propio sistema salga fortalecido con todo lo que ello supone. De momento no he temido por mi salud en exceso, pero no sé hasta qué punto el hecho de tener una enfermedad del sistema inmune me puede convertir en paciente de riesgo. De momento no he podido consultado a ningún doctor.

En cuanto al proyecto principal, haciendo labores de repaso, el blog ha tenido treinta y tres entradas nuevas, algunas poesías propias y ajenas, pero principalmente relatos. En cuanto a las redes sociales, la página de Facebook ha conseguido crecer hasta los 45.000 seguidores y la cuenta de twitter al menos se ha podido consolidar con un mínimo de interacciones. Otras han sido suprimidas por la nula receptividad como Tumblr y Wattpad. En un futuro no creo que pruebe más experimentos, pero sí me gustaría poder concluir el proyecto Espíritu del Arte, reconstruir el blog completo con algunas novedades y terminar el portfolio alojado en Tumblr con 2.000 cuadros catalogados. De momento son cerca de 1.400 y aunque no comparto exactamente las obras que más me interesan sino las que encuentro diseminadas en la red, he de admitir que estoy encontrando verdaderas joyas. Si por mi fuera, centraría el blog en los paisajes de luz de luna y el romanticismo, pero es muy difícil encontrar un repertorio lo suficientemente grande de imágenes y que además hayan sido digitalizadas con alta resolución. Durante algunas semanas he subido menos material, pero es que, a parte del trabajo, los estudios y los temas personales que ya comenté, a veces tengo fuertes dolores de cabeza que me impiden concentrarme detenidamente en la escritura. Cuando tengo tiempo libre y eso sucede, no me queda otra opción que leer algo ligero como poesía o novela o escuchar música. Un tema, aunque secundario, ha sido el de los acertijos. Este año he sido demasiado riguroso y aunque son varios los usuarios que han accedido a las caras abiertas del cuadrado, nadie ha entrado dentro del Tumblr protegido por contraseña. De momento sólo una persona consiguió acceder al documento secreto, pero no he tenido más noticias de él. Esta vez creo que seré más explícito. Las claves estaban en el relato en el cual un hombre descubre un lugar secreto donde hay una escalera. Mientras sube, un ángel le motiva a seguir, aunque invisible, tratando de hacerle llegar a lo más alto del misterio. El relato al que hacía referencia estaba en el antiguo blog, pero las referencias eran las mismas, importaba poco el relato, la clave estaba en la imagen. De todas maneras, esta vez seré mucho más claro y señalaré la puerta principal cuando determine oportuno y me vea con fuerzas.

En cuanto a los relatos, en ese aspecto me doy por satisfecho. Ha sido poco tiempo disponible, pero he podido añadir algunos relatos de terror, preparar la antesala de los futuros relatos largos y entrar un poco más dentro del romanticismo que tanto tiempo llevaba abandonado. La primera entrada después del primer preludio, El beso de la novia, sirvió bien para ello pero no va a ser de lejos en último relato sobre las novias muertas que escriba. Voy a seguir explorando la atmósfera que impregna obras como El estudiante de Salamanca o El monte de las ánimas y desde luego los enlaces preternaturales dignos de la leyenda de la monja sangrienta. Estos últimos meses he vuelto a las cartas, a los relatos de amor, tragedia y añoranza y posiblemente sea un buen momento para profundizar en el simbolismo de lo sobrenatural, sin dejar de lado ese impulso que desde hace semanas me está llevando por el anhelo y la extrañeza. En cuanto a los relatos con temática sobrenatural, el año pasado tuve que escribir una página entera explicando el por qué de mi pasión hacia los relatos sobrenaturales y el por qué vi necesario, al hablar de esoterismo u ocultismo, hacer una puesta en contexto y una distinción entre historiadores de lo oculto y charlatanes. Nuestro quehacer procede de la formación, de la metodología y de la dura experiencia, siempre con racionalidad, con los pies en la tierra y sin alejarnos de los paradigmas científicos. Nuestro objetivo es estudiar la parte más oscura y recóndita del alma. La opinión de los no iniciados nunca nos interesó. Además del terror, la temática paranormal y otros géneros que puede que introduzca tarde o temprano (Folk horror, creepypasta, cosmic horror), también haré alguna que otra incursión en los temas de fantasía. No obstante, mi objetivo principal será seguir profundizando en el romanticismo oscuro y crear una serie de relatos simbolistas cargados de sincretismo y misterio.

Otra cosa que se me quedó por aclarar, debido a algunos comentarios, es que sí, las cartas son reales, me refiero a los relatos epistolares. Es decir, están publicadas como relatos, pero son cartas verídicas dirigidas hacia personas que han pasado o que siguen en mi vida. En todos los casos he obviado los nombres reales y no hablo de detalles íntimos de los demás. Como dije en otro apartado, son reconstrucciones, purgas, exorcismos varios que ahora trato de digerir como una forma de terapia. El contenido es real pero lo que yo cuento es la realidad tal como yo la percibo ahora y posiblemente muy diferente de lo que habría escrito hace años. Digo esto porque alguna persona en confianza me preguntó algo sobre el contenido de una carta y me aconsejó borrarla; de manera privada le expliqué que, por ejemplo, yo con la persona que llamo Alice, esa fue la sensación que me vino ahora al escribir la carta. Que yo tenga algo como verídico no significa que sea la única verdad. Ella bien pudo haberlo interpretado de otra manera, pero también es posible que a esa persona realmente no le importara de verdad y que sólo tomó la situación como una excusa para despedirse. No lo sé realmente pero nunca he sido de esas personas que necesitan en esta vida explicaciones para seguir viviendo, al menos no en ese aspecto de la vida. Evidentemente yo ya había barajado esa posibilidad, pero en esa carta expreso lo que siento con total sinceridad, independientemente de lo que la otra persona sienta o haya vivido. Por eso necesitaba escribirla, aunque ella realmente nunca la leerá.

Pero bueno, intentando encontrar un poco de razón y cordura en estos momentos tenebrosos, espero poder continuar con mi labor literaria y conducir el proyecto a buen puerto. Este año parece empezar como una contrapartida diabolizada de los felices años veinte, pero espero que en medio de esta oscuridad que nos rodea, podamos salir fortalecidos. Un cordial saludo.

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